El Vaticano participará en Eurovisión 2017

Los aires renovadores y la aceptación de cualquier país en la próxima edición de Eurovisión por parte del Grupo de Referencia de la UER ha provocado una oleada de televisiones interesadas en participar, entre las que se encuentra el CVT, el Centro Vaticano Televisivo.


El propio papa Francisco I, gran renovador de la imagen del micro-estado, es el mayor impulsor de esta idea "a pesar de que esos pelotudos del cónclave eclesiástico sean unos carcas y me lo nieguen, aquí mando yo", según palabras textuales del Santo Padre. Y es que parece ser que tras el batacazo de Francesca Michielin en la pasada edición, y a pesar de su intervención divina, el mensajero de Dios en la Tierra quiere manejar él mismo la candidatura. Para ello ya se habría puesto en contacto con Whoppi Goldberg para conocer su disponibilidad y opinión en su idea de proponer a su coro de Santa Catalina tan gloriosa misión. Fuentes cercanas a la actriz y cantante estadounidense apuntan que ésta ha rechazado la oferta alegando "¡que este tío está loco, yo allí entre tanta monja otra vez! problemas de agenda"; además de que la mitad de las componentes de ese mítico coro están ya mirando el rostro del Señor.

Reacción de Whoppi Goldberg al escuchar la propuesta de volver a sus hábitos

Rechazada esta opción, una de las representantes que más suena en la prensa del Estado Vaticano para representar al país es Sor Cristina, ganadora de la versión italiana de "La Voz" en 2014. Su punto fuerte, además de su excelente calidad vocal, representar fielmente "la perfecta conjunción entre tradición y modernidad que el nuevo cristianismo abanderado por Jorge Mario Bergoglio quiere vender al mundo entero", dictaminan varios expertos cercanos al Papa.

Sor Cristina aprueba el interés del Papa en que sea su representante en 2017

Otra opción que contemplaba Francisco I era la de hacer una preselección "con los dones la ayuda de nuestros fieles en todo el mundo, y ¿por qué no? que pudieran también votar y elegir ellos al mensajero de toda la Iglesia". Pero parece ser que las cuentas no le salen y esta idea fue enseguida desechada, sobre todo porque en ese punto el resto de arzobispos y cardenales sí que no le dejaron tocar ni un euro al pontífice.